miércoles, 1 de marzo de 2017

Breve reflexión sobre "LO COMÚN" y "LO ORDINARIO"

TEXTO_PROYECTOS VIII
LO COMÚN, LO ORDINARIO
Alumno, JESÚS RANDO GARCÍA.


Esto es una pequeña reflexión sobre el significado de “lo común” y “lo ordinario” enfocándose en los aspectos más personales de una comunidad visto desde un punto arquitectónico.

Los primeros indicios de arquitectura pueden estar relacionados en la época en que un individuo se ve en la obligación a realizar un refugio para poder apartarse de las inclemencias o preocupaciones del día a día, luego se pasó a resolver problemas de asentamientos y tribus, y finalmente, aumentando la escala se ha llegado a nuestros días a la ciudad contemporánea. 
Lo que comenzó siendo un problema cotidiano y común de un individuo, con el paso de los tiempos se transformó en comunitario. Las respuestas que tratamos de dar no se centran en las individualidades, sino que buscamos aquello que es colectivo.

Nuestro trabajo, como arquitectos, aunque parece una difícil tarea de definir, podría decirse que busca resolver ciertos problemas de la sociedad para llegar a un punto de confort, basándose las respuestas en aquello que es cotidiano y común para el individuo. La arquitectura común no persigue ser una pretensión histórica ni tampoco artística.

¿Qué es lo contrario a lo común y cotidiano? ¿lo inusual? ¿lo raro? - Supongo que todo esto se refiere a aquello que no tiene cabida en intentar dar respuesta a un problema sin antes analizar dicho problema, o saber de donde viene, básicamente en la observación.

En el artículo de Mauricio Baros sobre “La seducción de lo cotidiano” relata: “(…)Lo cotidiano así se caracteriza por esta situación de un “estar abierto”, abierto a la mirada, a la fuga, es un momento en un viaje”.


Relacionado con el tema que nos ocupa, nos volvemos a encontrar con “el tiempo”. ¿Qué puede haber más común y cotidiano que el tiempo? Algo que está en todas partes y en todo momento. 



PORTADA: ATOM HEART MOTHER_PINK FLOYD_1970_ABBEY ROAD.
Fotógrafo: Storm Thorgerson.
LULUBELLE III_LONDRES.

Breve historia sobre el significado de la fotografía, portada de Atom Hearth Mother.

Una vaca pastando en la zona rural de Londres; una vaca lechera bien cuidada y simpática. Un poco de pasto, el cielo despejado. Eso y nada más. Ni siquiera el nombre de la banda. La foto es una de las más famosas del rock, tan famosa que incluso superó al título del disco: Atom Heart Mother, en el mundo, es más conocido como El disco de la vaca que por su título original. La imagen es contundente, sí, ni los Pink Floyd se imaginaron que sería para tanto. Después del prisma de Dark side of the moon es la portada más recordada de su discografía.
La banda estaba en plena etapa de cambios. Los problemas mentales de Syd Barret lo habían obligado a dar un paso al costado. Roger Waters y David Gilmour tomaron las riendas y se aventuraron detrás de un disco sin estilo. Ese mismo concepto quisieron aplicarle a la tapa. Querían una imagen genérica, que no sea representativa de Pink Floyd, para darle un corte al capítulo Barret y su legado psicodélico. El fotógrafo Storm Thorgerson salió en busca de algo, lo que sea. Lo primero que vio fue una vaca. Frenó el auto al costado de la ruta, se bajó, pidió permiso para tomar la imagen y se marchó. Thorgerson llevó la imagen al estudio Abbey Road donde los músicos estaban trabajando, asistidos técnicamente por Peter Bown y Alan Parsons.
Inmediatamente dijeron que sí. La inspiración –comentó el fotógrafo tiempo después– fue el célebre Cow wallpaper de Andy Warhol, un empapelado que creó en 1966 para intervenir un museo de Nueva York. La discográfica –en ese momento Harvest, Capitol – también aceptó la propuesta. Thorgerseon tuvo que regresar al campo donde estaba la vaca y negociar con el dueño. Cerraron trato, por escrito, en mil libras esterlinas por los derechos de la imagen. Ese día se enteró que la vaca se llamaba Lulubelle III.

El diseño estuvo a cargo del colectivo artístico Hipgnosis [Thorgerson era miembro fundador junto al fotógrafo Aubrey Powell]. En la contratapa incorporó más fotos de vacas, también sin título ni texto. En el interior, las primeras ediciones salieron con un globo rosa con forma de ubre. Recién en tiradas posteriores a las de 1970, Atom Heart Mother se editó con el nombre de la banda y del disco en el margen superior. Hubo fans que expresaron su descontento. La portada –se decía– era una buena forma de llamar la atención sin la necesidad de anunciar nombres.
“Me parece que la vaca representa, en términos de los Pink Floyd, parte de su humor. A menudo el humor de los Pink Floyd es subestimado o, directamente, nadie se detiene a analizarlo”, explica Thorgerson. El disco de la vaca fue uno de sus primeros y más célebres trabajos. Años después trabajó para los Led Zeppelin, Yes, The Alan Parsons Project, AC/DC, T. Rex, Electric Light Orchestra, Emerson Lake & Palmer, Peter Gabriel, Black Sabbath y Paul McCartney, entre otros.

Storm Thorgerson (Potters Bar, Hertfordshire, Inglaterra, 28 de febrero de 1944 – 18 de abril de 2013) fue un diseñador gráfico británico, reconocido por ser miembro del grupo de diseño artístico Hipgnosis, en el que diseñó algunas de las más conocidas cubiertas de discos y singles. Sus diseños más conocidos fueron los que realizó para Pink Floyd y, en particular, la realizada para su álbum The Dark Side of the Moon. También trabajó con otros grupos como Led Zeppelin, Black Sabbath, Scorpions, Genesis, Europe, Dream Theater, The Cranberries, The Mars Volta, Muse y Biffy Clyro.


La mayor parte de sus diseños tienen elementos propios del surrealismo, extrayendo elementos de su contexto habitual, deformando realidades a través de montajes visuales o ubicándolos en inmensos espacios oníricos. Estas escenas impactantes y directas fueron especialmente valoradas en el negocio discográfico lo que permitió que, a través de Hipgnosis o bien individualmente, Thorgerson diseñara las portadas de algunos de los más importantes trabajos discográficos desde los años 60 hasta nuestros días.

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